Dos años después, los 'Negros de Santa Lucía' volvieron a pintar su cara para el Carnaval
Los tradicionales personajes salieron de la pausa obligada por la pandemia.
Nunca habían tenido días tan oscuros. Desde hace 35 años la agrupación de la 'Nueva Generación de los Negros de Santa Lucía' acudía religiosamente a la máxima cita del folclore colombiano.
Sin embargo, la interrupción necesaria y obligada por la arremetida mortal de la pandemia del Covid-19 no solo les impidió la casi sagrada peregrinación desde el municipio atlanticense de Santa Lucía, sino que además les aclaró la piel del alma.
Hace 35 años, doña Esther Elena Mosquera fundó está agrupación integrada por jóvenes del municipio que año tras año y de generación en generación, vienen con la alegría de la tradición corriendo por sus venas.
Así lo recordó para Zona Cero Norelbia Olivo, hoy de 54 años, quien es la actual directora de la agrupación e hija de Esther Elena.
"Esto viene de hace muchos años atrás. Iban sembrando los ancestros nuestros. mi mamá cantaba y bailaba, de ahí yo fui aprendiendo y me quedé con la danza, eso se lo llevé a las nuevas generaciones", recalcó.
Es por eso que para ella fue especialmente duro tener que quedarse encerrada en su casa en Santa Lucía los últimos dos años, dejando archivado el legado de su mamá.
"Nos dio duro, la verdad esto es lo que nosotros cosechamos en el pueblo: la cultura. Allá no hay un niño no vea bailando o cantando. La juventud no le presta atención a la droga ni a los malos pasos, ellos más bien están pendientes de donde hay y picó para ir a bailar", aseguró.
Como la tradición se niega a morir, este sábado quien estuvo al frente de organizar y llevar a la treintena de jóvenes que conforman el grupo fue Kevin Olivo, de 25 años, hijo de Norelbia y quien representa la tercera generación de directores de este grupo.
"Este tiempo sin salir fue bastante complejo. Fue muy duro para todos nosotros, saber que ensayaban en la plaza del pueblo sin poder saber cuando iban a poder regresar a Barranquilla. Yo siempre trato de llevarlos a todos los eventos de Carnaval SA", manifestó.
Kevin es estudiante de medicina en la Universidad del Norte. Es por ello que ha tenido que hacer malabares pues vive en Barranquilla y se desplaza al pueblo a coordinar algunos ensayos.
Es precisamente mediante esa metodología que el grupo se ha mantenido vivo a través de los años, más de tres décadas para ser detallados.
Ellos citan a los jóvenes a la plaza central del municipio, ahí ensayan y ante los ojos de la comunidad van despertando el deseo de participar.
Así fue como quedó enganchado Léiner Rojano, de 22 años, músico, percusionista y personaje de los 'negritos'.
A los 10 años vio un ensayo y no dudó en unirse. Hoy con 12 perteneciendo a la agrupación es el más viejo de todos.
"Me sentí a muy aburrido porque no bailé en los dos últimos años", dijo mientas destapaba el tarro de polvo mineral negro con aceite vegetal que utilizan como maquillaje corporal.
Rápidamente la piel fue tomando el tono de su personaje y así fueron transformándose en quienes ansiaban volver a ser.
Aplaudidos y recibidos con afecto, los negros de Santa Lucía volvieron para seguir transmitiendo por muchas generaciones más la tradición de una piel que se lleva en el alma y se dibuja con maquillaje por todo el cuerpo.